En muchas ocasiones pensamos que cuantos más productos apliquemos mejores resultados obtendremos en nuestra piel ya que no le faltará de nada. El tema está en que la piel necesita descansar y que, sobretodo, al exfoliar en exceso la piel dejaremos la barrera cutánea totalmente debilitada, provocando que agentes externos nos afecten más de la cuenta. Esto genera textura en la piel, acné y reacciones cutáneas más severas.

Seguro que más de uno habrá escuchado este término que lleva una temporada rondando las redes sociales. “Skin cycling”. No es nada más y nada menos que una nueva metodología del cuidado de la piel que respeta sus tiempos para que se regenere y no “saturarla”.

● Día 1. Activos exfoliantes: el primer día haremos uso de ácidos que ayuden a la renovación celular, atenuar manchas y mejorar la textura de la piel. Para ello, activos como el ácido láctico o glicólico son ideales. Ya que exfolian de manera suave la piel.

● Día 2. Retinol: el retinol se ha convertido en un must en los neceseres de todos. Y es que este activo es perfecto para combatir los signos de la edad, reducir el tamaño de los poros, igualar el tono de la piel y una larga lista de beneficios. Es importante que si tienes la piel sensible, comiences con un % más pequeño, como por ejemplo al 0,5%. Posterior a esto, siempre debemos aplicar un hidratante.

● Día 3 y 4: Descanso. Durante estos días solo nos dedicaremos a aplicar una buena crema hidratante. Apostar por principios activos e ingredientes calmantes e hidratantes como la niacinamida, ácido hialurónico, ceramidas, etc.